TIEMPO DE
COMUNAS
Daniel
Siciliano nos habla de
la descentralización
13/12/2005
- Cuando en 1996 entra en vigencia la Constitución de la
Ciudad Autónoma, se produce en Buenos Aires una gran
transformación, que tuvo como novedad la inauguración de un
gobierno propio para los porteños. Al trazar sus lineamientos
para esta reforma, el eje fundamental de sus propuestas fue el
concepto de descentralización, hecho que logró que hasta en
los lugares más recónditos de la Ciudad se hablara del
proyecto de alcaldías, que desde hacía algunos años había
renovado la realidad de algunas ciudades europeas.
Así lo explicó
la Constitución, en sus artículos 127, 128, 129, 130 y 131,
pero, la definición del sistema de comunas alcanzó su punto de
concreción con la reciente sanción de su Ley Orgánica en la
Legislatura Porteña, el 1º de septiembre de este año. Dicha
ley estará acompañada de la necesaria modernización y reforma
del gobierno central. Se procederá así, durante el 2006, a la
elaboración de los instrumentos legales para iniciar la
transferencia de competencias del Gobierno de la Ciudad a cada
una de las 15 comunas que se establecieron en la ley.
La
descentralización en la Ciudad de Buenos Aires tiene como
racionalidad la creación de nuevas formas de participación
ciudadana y la promoción de un Estado más eficiente, con
particular referencia a la mejora de los servicios públicos.
En suma, se trata de la creación de una nueva relación
estado/sociedad cuyo éxito radica en la calidad y el
incremento de la participación comunitaria, la mejora de los
servicios públicos, la movilización de recursos financieros,
la emergencia de nuevos lideres, el incremento del compromiso
local y la productividad.
Vale decir
entonces que, a nueve años de alcanzar el rango de gobierno
autónomo, Buenos Aires ha acentuado su proceso de
descentralización y avanza definitivamente hacia una nueva
institucionalidad.
Desde 1997, los
Centros de Gestión y Participación iniciaron su actividad
auspiciando la inclusión de los barrios dentro de los ámbitos
superiores de gobierno sirviendo de instancia de coordinación
de las entidades locales entre sí y con el gobierno central.
Es el momento de reconocer que esa política, que hoy ha
cumplido su ciclo, no fue fallida porque aún cuando no lograra
encarnarse en instituciones jurídicas, políticas y económicas,
supo formar cuadros técnicos importantes en las corporaciones
locales y tuvo la capacidad de ordenar y recuperar a muchas
fuerzas, incluso a las que eran anteriores a su propia acción.
Habiendo seguido
muy de cerca éste proceso de crecimiento, como ciudadano y
como funcionario, mi reflexión primera al respecto me indica
que tengo tantas ganas de ser Jefe de Comuna como de no serlo
de cualquier manera… Me refiero a que estoy dispuesto a
trabajar seriamente por la nueva comuna de Liniers, Mataderos
y Parque Avellaneda pero estoy convencido que sólo podré
hacerlo si cuento con el compromiso de los vecinos y no solo
con su voto.
Porque tengo la
vivencia y el orgullo de saber que la descentralización no es
una operación técnica dirigida a introducir nuevos modos de
gerencia, sino que quienes trabajamos por ella somos
concientes que desde su inicio fue impulsada como un proyecto
fundamentalmente político, nacido en el ceno de las fuerzas de
centro izquierda, que estuvo orientado a resolver los
problemas de gobernabilidad mediante la redistribución
equitativa del poder, voy a ser candidato a Jefe de Comuna.
En la
consolidación de este sistema de cooperación es quizás donde
está la clave para la nueva descentralización que estamos
tratando de lograr: el de las comunas y, con ella, el
equilibrio deseado entre las fuerzas que dan vida al Estado,
porque no olvidemos que la nueva estructura de poder prevé las
competencias inherentes al Gobierno de la Ciudad, las
competencias netamente comunales y aquellas denominadas
“concurrentes”, las que pondrán a prueba un federalismo que
negociará a través de los mejores convenios y en donde los
elementos sustantivos deberán marchar armoniosamente pero con
paso firme.
N. de R:
Daniel Siciliano es quizá el primer precandidato manifiesto
para ocupar un cargo de Jefe Comunal en la Ciudad de
Buenos Aires. En la actualidad se encuentra abocado a un
trabajo intenso realizado sobre los barrios marginales a
través del
Plan de Integración de Villas.
Quizá los dos proyectos más ambiciosos realizados en este
sentido por el equipo liderado por Siciliano sean:
"Educación en villas: Deserción Cero en
marcha"
destinado a
lograr que los jóvenes de las villas puedan terminar sus
estudios medios, y
"Derechos Humanos en las Villas,
en defensa de los que menos
tienen"
que
trabaja sobre el tema del abuso de poder y la prevención de
delitos comunes. Al decir del propio Daniel Siciliano:
“Tenemos las herramientas necesarias para que la inserción sea
una realidad. Para eso es necesario un trabajo intenso entre
todos los organismos para llegar a los sectores más
vulnerables”.
También fue partícipe en la recuperación del cine El Plata,
quién pasó de estar cerrado por años a transformarse en un
polo cultural para la zona oeste de la ciudad.
Carlos Davis

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