MEDIO AMBIENTE
Fueron sacados
residuos peligrosos
de la Reserva Ecológica
16/08/2005
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El contenedor
con los plaguicidas depositados en la Reserva Ecológica desde
1996 fue trasladado esta mañana hasta la terminal 7 del puerto
de Buenos Aires, donde será embarcado en el Buque Grande
Brasil con destino al Puerto de Amberes, Bélgica, para su
tratamiento y disposición final.
Así se termina
un proceso que comenzó hace 9 años cuando el Gobierno de la
Ciudad se hizo cargo de un cargamento de raticidas que habían
sido adquiridos con anterioridad para emplearlos en
dependencias de la Comuna. Fueron 5.910 kilogramos de
hexaclorociclohexano y 543 kg. de sulfato de talio, que
vencieron antes de poder utilizarse. Una orden judicial
determinó que debían disponerse los materiales
transitoriamente en un galpón situado en el sector sur de la
Reserva Ecológica para tratarlos o exportarlos.
Entre 1997 y
2003 se hicieron diversos intentos para que el material
pudiera ser tratado en el país. En primera instancia la
Procuración del Gobierno de la Ciudad ordenó una contratación
directa para la destrucción del material y el Juez federal
Rodolfo Canicoba Corral designó al Dr. Josovich (de la
Procuración) como depositario judicial del material. Entonces,
se ordenaron medidas de seguridad y también que la Secretaría
de Medio Ambiente de la Ciudad contactase a la empresa que
había vendido los productos para que efectuase el tratamiento
y la disposición final de los mismos. La empresa había
cambiado de rubro por lo que no pudo cumplirse la medida.
Más tarde se
envió el material a la localidad de Zárate, pero debió
regresar a la Ciudad porque el artículo 28 de la Constitución
de la provincia de Buenos Aires impide recibir residuos
peligrosos de otras jurisdicciones. Luego se intentó también
transportarlos a la provincia de Santa Fe, pero tampoco pudo
resolverse el tratamiento de los residuos de esta manera.
Durante este
período se realizaron múltiples inspecciones que determinaron
que los productos se encontraban correctamente rotulados y
preservados, de manera que no representaban ningún tipo de
peligro para el ambiente ni la población.
Se logró
contactar a dos empresas que podían encargarse del tratamiento
de los residuos “in situ”. Se tomaron las muestras necesarias
y se evaluaron los costos que implicaría. Sin embargo, estas
empresas no pudieron, finalmente, cumplir con los tiempos y
normativas previstas para ser contratadas.
Mientras tanto,
y para la mejor preservación de los productos hasta su
traslado, se adecuó el espacio donde estaban depositados para
que tuvieran las condiciones de temperatura, iluminación y
ventilación adecuadas.
Luego de los
intentos fallidos de tratamiento del material en el país, se
contactó a una nueva empresa, BEFESA, para que se encargue de
su disposición final. De los estudios realizados por esta
firma se desprendió que la única solución era exportarlos para
su tratamiento en plantas habilitadas en el exterior. Por este
motivo, la Secretaría de Producción, Turismo y Desarrollo
Sustentable de la Ciudad y la Secretaría de Medio Ambiente y
Desarrollo Sustentable de la Nación resolvieron la
contratación directa de BEFESA para que prestara los servicios
necesarios para la exportación del material a Amberes,
Bélgica. Allí existe una planta de tratamiento que aceptó
recibir e incinerar los residuos. El costo total del traslado
que terminará con este proceso es de $228.000, que serán
saldados cuando se reciba el certificado de disposición final
extendido por la Planta de Incineración de Amberes.