Se necesitan 400 mil firmas para que el
Congreso debata el proyecto de Ley Nacional
de Seguridad Vial, el cual incluye la
declaración de la emergencia vial, la
creación de un registro de antecedentes de
tránsito y un criterio único para el
otorgamiento de licencias.
En sintonía con estas medidas ya se está
trabajando en la Legislatura porteña: existe
un proyecto que busca imponer un registro de
conducir al cual se le otorgaría una serie
de "créditos" o "puntos". Cada infracción
grave cometida por el conductor provocaría
(además de la multa correspondiente) la
quita de algunos de esos puntos. Si las
infracciones se suceden y el crédito se
agota el conductor podría sufrir una
"suspensión" de uno o varios meses. Esta
eventualidad lo inhabilitaría, claro está,
para conducir cualquier tipo de vehículo
durante ese lapso. Si las faltas se repiten
el infractor podría incluso perder su
licencia de conducir.
Esta dureza fue bien recibida por la mayoría
de los ciudadanos y extrañamente resistida
por los colectiveros y taxistas. Según
éstos, la futura ley "pondría en riesgo" su
fuente de trabajo. De acuerdo a esta lectura
los propios conductores del transporte
público estarían aceptando una actitud
profesional poco responsable, ya que sólo
aquel que se reconoce como un infractor
consecuente podría ver las cosas desde esta
óptica.
Al parecer, y debido a la gran presión
social que están soportando de parte de los
ciudadanos que quieren transitar por las
calles de la ciudad de manera más segura, la
ley de registro por "scoring" seguiría
adelante, aunque aún quedaría por definir (y
en este campo puede centrarse la disputa o
la "negociación") cuales serán las
infracciones que provocarían "la pérdida de
puntos".
De acuerdo a algunos borradores que
empezaron a circular, las faltas que
provocarían el descuento de créditos serían:
correr picadas, haber consumido alcohol,
negarse a realizar el test de alcoholemia,
llevar menores de 12 años en el asiento
delantero y violar la velocidad máxima.
Quedaría por preguntarse si la violación de
la luz roja será o no considerada como una
falta grave.
La sociedad, mientras tanto, sigue
reclamando. Al parecer esta vez será
escuchada gracias a la adhesión de miles de
conciudadanos.
Por un manejo responsable y una mayor
seguridad en las calles es que invitamos a
los vecinos a firmar el petitorio.
Carlos Davis