LO TRATA LA
LEGISLATURA
¿Se viene el
transporte público en bicicleta?
29/11/2007
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En el día de hoy la
Legislatura tratará un proyecto de ley que busca
promover el uso de
la bicicleta como transporte saludable y respetuoso con el
medio ambiente, y como método alternativo y complementario
de transporte para reducir los niveles de congestión de
tránsito. El proyecto
se apoya en la construcción de varias estaciones de
distribución/estacionamiento de bicicletas ubicadas en
lugares estratégicos de la ciudad. Los usuarios podrían
alquilar un rodado, trasladarse y devolverlo en otra
estación cercana a su destino.
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El Transporte Público de
Bicicleta (TPB), quizá más
conocido como "Bicing",
cuenta con el apoyo de
varios legisladores por lo
que su votación favorable no
se observa como
"complicada". Sin embargo el
sistema muestra objetivos
que por lo alejados de la
cultura del porteño actual
parecen destinados al
fracaso, o al menos al
olvido. |
Es evidente que el tránsito
de la ciudad está inmerso en
un caos que merece ser
ordenado de alguna forma.
Aunque difícilmente la
bicicleta (como medio de
transporte y no como
elemento de recreación)
pueda darle una salida a
este problema.
Si pensamos en los miles de
autos que atestan nuestras
calles, conducidos por
personas que privilegian la
comodidad de su vehículo a
la economía del transporte
público (llamémosle
colectivo, subte o tren),
¿estarían esos ciudadanos
dispuestos a alquilar una
bicicleta y a lidiar con su
bolso o maletín, con los
autos (para no hablar de los
colectivos), o con el frío o
el calor porteño?. ¿Estarán
los diputados que voten este
proyecto dispuestos a llegar
a sus despachos montados en
una bicicleta?.
Mas allá de estas
reflexiones (opinables, como todo en la vida) creemos que es
útil que el vecino conozca los lineamientos generales del
proyecto para que saque sus conclusiones. Se propone
crear entonces:
Estaciones de
Distribución y Estacionamiento: las cuales estarán
dispuestas a lo largo de la ciudad, en lugares estratégicos,
y que deberán contar con la cantidad de unidades de
bicicletas necesarias según la demanda, así como lugares de
estacionamiento con mecanismos de seguridad para impedir el
robo o hurto de las mismas, personal idóneo para la atención
y el asesoramiento de los usuarios, entre otras.
Bicicletas:
Habrá un modelo "tipo" que poseerá 3 cambios, frenos,
timbre, luces delanteras y traseras, sistema antirrobo e
identificación.
Usuarios: para
poder usar el servicio habrá que estar registrado (se
extenderá un carnet) y pagar un abono que incluirá un seguro
de responsabilidad civil. Para tramitar el carnet habrá que
tener más de 18 años (o 16 años y la autorización del adulto
responsable) y declarar estar en buen estado físico y en
pleno conocimiento de las técnicas de manejo.
Alquiler: con la
presentación del carnet y el abono el usuario retirará un
rodado el cual permanecerá bajo su cuidado y responsabilidad
hasta que sea devuelto en otra estación habilitada.
Circulación: Se
crearán carriles de doble o simple circulación, en las
calzadas o aceras (ciclovías y bicisendas), debiendo existir
una red lo suficientemente extensa e interconectada como
para permitirle al usuario el acceso a cualquier punto de la
ciudad.
Concientización:
Se
desarrollarán programas de educación vial, dirigidos
especialmente a orientar y concientizar a automovilistas,
conductores de transporte público, motociclistas, ciclistas
y peatones en
cuanto al uso responsable de la bicicleta. Asimismo,
promoverá campañas de motivación para generar cambios de
actitud y estrechar la cooperación entre conductores,
ciclistas y peatones.
Entre los fundamentos
del proyecto, y como antecedente valioso, se menciona que en
ciudades europeas cosmopolitas, tales como Barcelona, Lyon y
más recientemente París la implementación del "Bicing" ha
tenido positivas repercusiones. El proyecto, además, busca
responder "a la urgencia de crear una nueva cultura urbana
que estimule el respeto por el peatón y el derecho al
transporte y a la movilidad de todos los vecinos de la
Ciudad".
Las intenciones son
buenas. El diagnóstico podría estar acertado. Aunque la
solución propuesta por el proyecto luce un tanto "naif" o
candorosa, y el desenlace, parece por lo menos incierto.
Veremos de que forma el "bicing" ancla en nuestra
vertiginosa Buenos Aires que no es, ni por asomo, Barcelona,
Lyon o París.
Carlos Davis