ANIVERSARIO DEL
TRADICIONAL LOCAL DE AVENIDA DE MAYO
El Tortoni
cumple 150 años
03/04/2008
- Fundado
en una fecha incierta del año 1858, el Café Tortoni es el
más antiguo de Argentina. Este año cumple entonces sus
primeros 150 años de vida. Entre sus enmaderadas paredes,
junto a sus mesas de roble y mármol verde, se sentaron
Alfonsina Storni, Benito Quinquela Martín, Carlos Gardel,
Baldomero Fernández Moreno, Luigi Pirandello, Federico
García Lorca y Arturo Rubinstein entre otros artistas y
hombres de letras que supieron disfrutar de su estilo. "El
Tortoni" se halla ubicado en Avenida de Mayo 825 y es uno de
los lugares más tradicionales de nuestro Buenos Aires.
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El Tortoni
es el paradigma del café porteño, pero poco se sabe de
sus orígenes. Apenas que un inmigrante francés de
apellido Touan decidió inaugurarlo a fines de 1858,
cuando Buenos Aires aún era otra. El nombre lo tomó
prestado del de un establecimiento del Boulevard des
Italiens, en el que se reunía la elite de la cultura
parisina del siglo XIX.
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A fines del siglo, el bar
fue adquirido por otro
francés: don Celestino
Curutchet.
El local era
frecuentado por un grupo de pintores, escritores,
periodistas y músicos que formaban la Agrupación de Gente de
Artes y Letras, liderada por Benito Quinquela Martin. En
mayo de 1926 forman La Peña, y le piden a Don Celestino
Curutchet, que les deje usar la bodega del subsuelo. El
dueño acepta encantado, porque según sus palabras "los
artistas gastan poco, pero le dan lustre y fama al café...."
En 1943 el
sótano fue cerrado y La Peña se disolvió, erigiendo alguno
de sus integrantes otra entidad significativa en la historia
del local: la Asociación Amigos del Café Tortoni.

Con el correr
de los años las presencias de personalidades como Lugones,
Alfonsina y Quiroga fueron reemplazadas por la de otros
artistas como Julián Centeya, Julio y Francisco De Caro,
Ulises Petit De Murat y algunas glorias más.
También la
gente de la alta política fue habitué del lugar, como don
Marcelo T. de Alvear y su esposa, doña Regina Pacini.
Asimismo don Lisandro De La Torre, quien vivía muy cerca de
allí.
Sus paredes
fueron transformadas en una invalorable pinacoteca, con
dibujos, pinturas y grabados tenuemente iluminados que
recuerdan a Benito Quinquela Martín, Julián Centeya, Roberto
Artl, Baldomero Fernández Moreno, Fermín Chávez, Arturo
Jauretche y muchos más. Alguien dijo que la pintura
argentina había encontrado, en el Tortoni, un lugar propicio
y conveniente, carente del refinamiento que se observa en
los salones relamidos de Buenos Aires. Afirman que la
sensatez y la lógica le hallaron la ubicación merecida en el
lugar en el que "vivieron" quienes en esas obras están
representados.
En este café
parece que el tiempo se hubiera detenido como en un
daguerrotipo, cuando en él la gente juega al billar, a las
cartas, o simplemente toman un café entre amigos, el local
es cada vez más una parte indispensable de la historia
porteña.
Carlos Davis
Fuente:
Instituto Grafatécnico - Café Tortoni - Diversica
"Cuentan las
leyendas que los espíritus celtas salían de sus tumbas una
vez al año para ayudar en el arreo de las majadas. A veces
me parece vivir una circunstancia similar cuando,
arrellanado ante una mesa del Café Tortoni, siento que
comparten mi pocillo los fantasmas queridos de Buenos
Aires".
Eduardo
Guibourg de su libro sobre el Café Tortoni