SERÁN RELLENADAS
DE MANERA ARTIFICIAL
La Reserva
Ecológica y sus lagunas
12/01/2008
- El
Gobierno de la
Ciudad de Buenos Aires informó que, debido a las altas
temperaturas y a la baja cantidad de lluvia caída, las
lagunas de la Reserva Ecológica de Costanera sur se hallan
secas. Para remediar esta situación se ha dispuesto el
bombeo de miles de litros de agua que serán obtenidos de la
napa freática correspondiente al acuífero pampeano. Las
lagunas de la reserva sufren estacionalmente períodos de
sequías que luego son revertidos por la misma naturaleza a
través de las lluvias. En este caso, el bombeo de agua
ayudará a la pronta recuperación del ecosistema. Se realizó
también una limpieza del lugar.
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La Reserva
Ecológica es una porción de 350 hectáreas de tierras ganadas
al río mediante rellenos efectuados en las décadas del 70 y
del 80. Eran tiempos en los que se pensaba trasladar hasta
allí el “Centro Administrativo de la Ciudad”. El proyecto
fue perdiendo impulso con el correr de los años hasta que,
en 1984, se lo abandonó |
Los rellenos (provenientes
de demoliciones)
consistieron principalmente
en la formación de
terraplenes de varios metros
de altura que, extendidos a
través de varios kilómetros,
sirvieron para encerrar
porciones del río que se
vieron convertidas así en
lagunas. Estas lagunas (que
no tienen conexión actual
con el río ni con la napa)
ven variar estacionalmente
la masa de agua que las
compone. En épocas como
ésta, de calor extremo y
baja cantidad de
precipitaciones, las lagunas
pueden incluso desaparecer.
Una situación como la
apuntada se está viviendo en la actualidad. Las cuatro
lagunas de la Reserva (de los Coipos, de los Patos, de las
Gaviotas y de los Macaes) están secas. Esta eventualidad fue
utilizada para realizar una limpieza del lugar, recogiéndose
cinco toneladas de basura.
Por otro lado, en el
transcurso del año anterior se habían realizado diversas
perforaciones (unas 10 de 20 metros de profundidad cada una)
con el objeto de dotar al lugar de un complejo sistema
antiincendio. Esas mismas perforaciones servirán ahora para
proporcionar el agua necesaria para recomponer en parte las
lagunas, contribuyendo así a su sostenimiento.
El agua extraída de la
napa fue analizada por expertos quienes certificaron su
pureza química y bacteriológica.
Se espera que al
recuperar el agua, las lagunas recuperen también la fauna y
la flora que las habita, para regocijo de los ecologistas y
de los porteños comunes que solemos disfrutar de este
paisaje maravilloso dispuesto en el borde mismo de nuestra
ciudad.
Carlos Davis