concientización
a través de cursos y charlas
Conducción
ecológica porteña
25/04/2009
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La Agencia de
Protección Ambiental de la Ciudad, en forma conjunta con la
Dirección General de Licencias, promoverá contenidos
concernientes a la "Conducción Ecológica" en los cursos
obligatorios que se realizan durante el trámite de obtención
o renovación de la licencia de conducir. La idea es
propiciar hábitos de conducción que contribuyan al ahorro de
energía (combustible) y a la preservación del medio
ambiente. Los nuevos contenidos incluirán técnicas de
manejo, uso de la bocina y estrategias de movilización que
incluyen el llamado "uso compartido" de los vehículos.
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Es un hecho
por todos sabido (aunque no por todos asumido) que el
tránsito de una gran ciudad como la nuestra es el resultado
de las políticas de transporte diseñadas por el estado, y de
la sumatoria de acciones (buenas y malas) que de manera mas
o menos automática realizan los conductores que se mueven
por sus calles. |
De tal forma, se
generaría un ambiente más saludable para los vecinos, si los
autos, camiones, colectivos y motocicletas que circulan por
la ciudad lo hacen guiados por conductores que poseen
hábitos responsables de manejo.
Conducir con
responsabilidad implica ser conciente de la contaminación
que cada uno de nosotros provocamos en el ambiente.
Contaminación que no sólo paso por los humos y gases sino
también por los ruidos estridentes que generamos (bocinazos,
escapes en mal estado, aceleraciones y frenadas bruscas).
Para ahorrar
combustible y contribuir al cuidado del medio ambiente
el Gobierno porteño
impulsa entonces un Plan de Conducción Ecológica incorporando contenidos ambientales en
las charlas obligatorias para renovar u obtener la licencia
de manejo automotor. Se espera que la conducción responsable
contribuya también a disminuir el índice de accidentes de
tránsito.
Las sugerencias
comprenderán los siguientes puntos:
Manejar con un ritmo
moderado respecto de las frenadas o aceleraciones, ya que
ello reduce los ruidos y las emisiones de gases de efecto
invernadero a la atmósfera.
Arrancar el motor sin
pisar el acelerador.
Mantener una velocidad
constante y aprovechar al máximo la marcha, evitando
acelerar y desacelerar innecesariamente. Mantener un ritmo
regular de manejo ayuda a disminuir el consumo de
combustible.
Tocar bocina sólo para
advertir una situación potencialmente peligrosa a otros
conductores o peatones y siempre que no sea posible la
utilización de otro tipo de señal. Su uso indebido es una de
las principales fuentes de contaminación acústica en la
Ciudad.
Compartir el auto. En
la Ciudad de Buenos Aires el promedio actual de ocupantes
por auto es de 1,2 personas. Si cada vehículo particular
llevara un pasajero más se ahorrarían miles de litros de
combustible a diario, se emitirían menos gases de efecto
invernadero y se liberarían miles de metros cuadrados de
espacio público.
Evitar desplazamientos
cortos. En la Ciudad muchos de los viajes que se realizan
son inferiores a tres kilómetros, y en ellos se puede
consumir cerca del doble de nafta que en la ruta.
Revisar la presión de
los neumáticos. Una baja presión en los neumáticos aumenta
el consumo de combustible y, por lo tanto, aumenta la
emisión a la atmósfera de gases contaminantes.
Realizar revisiones
periódicas. El estado de mantenimiento del motor no afecta
sólo a la seguridad vial y a la conservación de los
vehículos, sino también al consumo de combustible. Una mala
puesta a punto del motor puede suponer un aumento del
consumo de combustible de hasta un 10%.
Carlos Davis
Fuente:
Prensa GCABA