LA CIUDAD
ADHIERE AL TEXTO DE INTENCIÓN
La carta de
la Tierra
24/01/2009
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La
Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires sancionó la Ley Nº:
2903 por medio de la cual adhiere a la "Carta de la Tierra",
aprobada por la UNESCO en París en marzo del año 2000. La
Carta de la Tierra propicia la unión de las personas a nivel
planetario con el fin de crear una sociedad global
sostenible fundada en el respeto hacia la naturaleza, los
derechos humanos universales, la justicia económica y una
cultura de paz. La ley establece que el Poder Ejecutivo de
la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, dispondrá de las medidas
pertinentes para dar cumplimiento efectivo a la adhesión.
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La Carta de la
Tierra sostiene en su propuesta que "La Tierra es nuestro
hogar", razón por la cual debemos trabajar para preservar su
biosfera saludable, su rica variedad de plantas y animales,
tierras fértiles, aguas puras y aire limpio. El medio
ambiente global, con sus recursos finitos, es una
preocupación común para todos los pueblos. |
Los patrones dominantes
de producción y consumo están causando devastación
ambiental, agotamiento de recursos y una extinción masiva de
especies. Las comunidades están siendo destruidas. Los
beneficios del desarrollo no se comparten equitativamente y
la brecha entre ricos y pobres se está ensanchando. La
injusticia, la pobreza, la ignorancia y los conflictos
violentos se manifiestan por doquier y son la causa de
grandes sufrimientos.
Los retos
venideros
La elección es nuestra:
formar una sociedad global para cuidar la Tierra y cuidarnos
unos a otros o arriesgarnos a la destrucción de nosotros
mismos y de la diversidad de la vida. Se necesitan cambios
fundamentales en nuestros valores, instituciones y formas de
vida. Debemos darnos cuenta de que, una vez satisfechas las
necesidades básicas, el desarrollo humano se refiere
primordialmente a ser más, no a tener más.
Responsabilidad
Universal
Para llevar a cabo
estas aspiraciones, debemos tomar la decisión de vivir de
acuerdo con un sentido de responsabilidad universal,
identificándonos con toda la comunidad terrestre, al igual
que con nuestras comunidades locales. Somos ciudadanos de
diferentes naciones y de un solo mundo al mismo tiempo, en
donde los ámbitos local y global, se encuentran
estrechamente vinculados. Todos compartimos una
responsabilidad hacia el bienestar presente y futuro de la
familia humana y del mundo viviente en su amplitud. El
espíritu de solidaridad humana y de afinidad con toda la
vida se fortalece cuando vivimos con reverencia ante el
misterio del ser, con gratitud por el regalo de la vida y
con humildad con respecto al lugar que ocupa el ser humano
en la naturaleza.
Justicia Social y
Económica
Uno de los objetivos a
alcanzar es la erradicación de la pobreza, el cual debe ser
vivido como un imperativo ético, social y ambiental
Se deberá garantizar el
derecho al agua potable, al aire limpio, a la seguridad
alimenticia, a la tierra no contaminada, a una vivienda y a
un saneamiento seguro, asignando los recursos nacionales e
internacionales requeridos.
En definitiva, la Carta
de La Tierra propone la construcción de un mundo donde todos
sus habitantes encuentren una espacio de realización, donde
la economía se desarrolle para beneficio de todos y de
manera sustentable en el tiempo, donde los recursos sean
aprovechados y no arrasados, donde exista acceso universal a
aquellos bienes que hacen del hombre un ente digno y
solidario (educación, salud, trabajo, vivienda). En
definitiva, la carta es un compromiso frente a las
generaciones futuras, después de todo "el mundo no nos
pertenece, apenas se lo hemos pedido prestado a aquellos que
vendrán cuando nosotros seamos sólo un recuerdo..."
Carlos Davis
Fuente:
Ciudad y Derechos - Prensa de la Defensoría del Pueblo de la
Ciudad de Buenos Aires.