UN ESPECTÁCULO
PARA TODA LA FAMILIA PORTEÑA
Concierto de
campanas en la ciudad
11/09/2010
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En el día de hoy
a partir de las 18:30 hs y durante 50 minutos, el Casco
Histórico de la Ciudad de Buenos Aires volverá a
convertirse, tal como en diciembre de 2008, en un inmenso
auditorio al aire libre, en el que la gente que recorra sus
calles podrá disfrutar de un excepcional Concierto de
Campanas. Invitado por el Ministerio de Cultura porteño, el
notable musicólogo, instrumentista y compositor español
Llorenc Barber dirigirá con su batuta los sonidos de 60
campanas distribuidas en 15 campanarios ubicados en 11
sedes. El concierto también podrá ser apreciado en una
pantalla gigante (5 m x 4 m) ubicada frente a la Plaza de
Mayo.
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Las 60
campanas serán ejecutadas a mano por 34 músicos
campaneros, además participarán 7 directores de
campanario, 1 director de fuegos, 1 director de sirena,
10 percusionistas y 7 campaneros asistentes. Habrá
invitados especiales como Gillespi que tendrá a cargo la
sirena de la Casa de la Cultura y Leo García.
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El cierre será en el
Edificio Siemmens (Presidente Roca 516) con fuegos
artificiales y un “tutti finale” con todas las campanas
sonando al mismo tiempo. Promediando el concierto sonará con
un solo espectacular la vieja e histórica Sirena del ex
diario La Prensa, que funcionó en lo que hoy es la Casa de
La Cultura de la Ciudad de Buenos Aires, en avenida de Mayo
575.
La elección del lugar o
radio específico se realizó teniendo en cuenta la cantidad
de campanas. De esta manera se invita a escuchar y caminar a
la gente por el Casco Histórico sin autos y colectivos y
recorrer los campanarios en silencio. Sonarán las antiguas y
solemnes campanas San Ignacio de Loyola (Bolívar y Alsina),
la parroquia más antigua de la ciudad; las del convento San
Francisco (Alsina y Defensa) y sus fantásticas cinco
campanas españolas de gran vigor sonoro; las del pequeño
Carillón de la Casa de la Cultura (Avenida de Mayo 575,
edificio del ex diario La Prensa) con sus claros agudos; la
espectacular y vieja campana del Cabildo (Bolívar 65), y las
del convento de San Juan Bautista (Alsina 820) colocadas
allí desde 1806 y traídas de Francia, donde además se
apostará un grupo de percusión de metales.
También se podrá
escuchar el espectacular sonido del Carillón más grande de
América latina, ubicado en la terraza del cuarto piso de la
Legislatura porteña (Perú 160) con sus 30 campanas alemanas
que se ejecutan desde un teclado; el Reloj de la Legislatura
(Perú 160); la Parroquia San Roque (Bolívar y Defensa), el
Palacio Municipal (Bolívar 1), la Basílica de Santo Domingo
(Defensa y avenida Belgrano) y la Iglesia de San Miguel
Arcángel (Mitre y Suipacha), en cuya única torre tres
antiguas campanas serán también acompañadas por percusión de
metales.
A raíz de la
importancia del acontecimiento, se cortará el tránsito
vehicular desde las 15 horas en el radio comprendido por
Leandro N. Alem, Paseo Colón, Belgrano, Lima, Cerrito y
Corrientes (no se cortará el tránsito en las avenidas, sino
en el interior del perímetro señalado). El servicio de
subterráneo funcionará normalmente, para que la gente pueda
trasladarse. Además, habrá cuatro puestos de informes para
que la gente consulte y pueda retirar folletería
explicativa. Estarán ubicados en la Casa de la Cultura
(Avenida de Mayo 575), Diagonal Norte y 9 de Julio,
Corrientes y Florida, y Defensa y Belgrano. Y habrá personas
recorriendo la zona, entregando la información.
Los "Conciertos de
Ciudades" son una obra invención de Barber (nacido en Aielo
de Malferit, Valencia, en 1948), el primero de ellos data de
1988 y fue en pequeñas ciudades españolas donde el artista
empezó a dar forma a este concepto. Este tipo de evento ya
se han realizado ya en mas de 200 ciudades en el mundo,
algunas notables como Roma, Londres, Barcelona, Madrid,
México, Salzburgo, Berlín, Lisboa, Venecia y Milán.
Este próximo concierto
será el tercero en la ciudad de Buenos Aires. El anterior
fue el 13 de diciembre de 2008 y tuvo un éxito resonante, ya
que asistió una multitud estimada en 125.000 personas. El
estreno del concierto de campanas en Buenos Aires se
registró a fines de 1998, con un público que superó las
100.000 personas.
Un concierto de
campanas se trata de una cantidad de campanas en un radio
reducido, libre de tránsito, ejecutadas a mano por músicos
campaneros (tañedores), que leen una partitura especialmente
escrita por Barber. No se tocan melodías, por el contrario
se trata de una obra de vanguardia musical que busca
"colores" y "espacialidad" en la música, para una platea
móvil (el público), que camina en silencio por las calles de
su ciudad escuchando sutilezas, rebotes y grandes "truenos"
de metal, producidos por estos fantásticos instrumentos, a
su vez las bombas de estruendo y los fuegos artificiales
cumplen la función de "percusión aérea" y también siguen una
línea de partitura escrita por el director, la vieja Sirena
del ex diario La Prensa se luce a mitad de concierto con un
"solo" espectacular , y desde los campanarios también
bajarán otros sonidos que bajo instrucciones de los
"Directores de Campanarios" ejecutan los músicos, tales como
pequeños metales y tubos soplados que producen enrarecidos
armónicos en el aire.
Esa cantidad de
campanas combinadas con fuegos, estruendos, sirenas y demás
aditivos sonoros producen infinitas sensaciones en la gente,
que además recorre libremente un espacio que le pertenece,
libre de motores y sonidos urbanos, por una vez, durante 50
minutos. Las campanas, a través de la historia, han sido la
"voz oficial" de las ciudades, para alegrías y tristezas,
duelos o casamientos, fiestas, fechas patrias y evento
importante que se recuerde, y todos guardamos una "memoria"
especial cuando ellas suenan. En 1998, cuando tuvo lugar
"Será Buenos Aires" (nombre de la obra) mucha gente se
emocionó hasta las lágrimas cuando arremetió el "tutti
Finale" espectacular de los últimos 15 minutos, acompañado
por fuegos, bombas y sirena. Se trata de un evento
extraordinario que combina vanguardia con sentir popular,
emoción con riqueza teórica, se trata de escuchar a cielo
abierto a las campanas de Buenos Aires
Llorenc Barber ha
confeccionado y divulgado una especie de decálogo, en el que
ofrece algunos consejos de escucha para el concierto.
Cree a su alrededor
un espacio de atención y calma, sólo así podrá atender
convenientemente el sonar de los bronces: deje las prisas y
los motores apagados.
Que nadie espere
melodías y ritmos conocidos y banales: es tan sólo un
concreto sonar de viejas campanas al aire.
Buscar lugares
abiertos. Mejor cuanto más alto. Cazar al fresco sonidos
lejanos.
Muévase y guíese por
su oído. Pero tenga en cuenta siempre que cualquiera de las
soluciones que escoja esconderá otras igualmente válidas.
No es un concierto
pasivo sino que cada cual debe construir su itinerario
sonoro en busca de ecos, retumbos y repiques, surgidos del
combate entre la partitura escrita y la complicada orografía
de la ciudad.
No es concierto de
estruendos y evidencias sino de sutilezas, ecos y
melancolías.
Nunca se sitúen muy
cerca de un campanario. Mejor cuanto más equidistante entre
varios puntos sonoros. Acercarse mucho a un solo foco
sonoro, le velará los diálogos, los lejos y cerca, los
fértiles tropezones del sona.
Tómese su tiempo.
Recréese en el goce de lo distinto. Evite espacios de sombra
sonora. Provoque su suerte.
Abrir de par en par
las puertas de la sensibilidad y la memoria.
Festejando que somos
parte de ella y que del modo en que la queremos, nos
pertenece
Fuente:
Prensa Ministerio de Cultura GCABA