UN HITO
ARQUITECTÓNICO Y GASTRONÓMICO PORTEÑO
Expropiarían
la "Confitería del Molino"
26/12/2011
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El Jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, presentó en la
Legislatura porteña un proyecto que dispone la expropiación
de la que fuera una de las confiterías tradicionales de la
ciudad de Buenos Aires, la "del Molino". Luego de la
expropiación (que contempla tanto al edificio histórico como
a los bienes intangibles que se encuentren en su interior),
el edificio será puesto en valor y se concesionará la
confitería. Ésta había cerrado sus puertas por vacaciones un
24 de enero de 1997 y nunca más volvió a abrirse. La idea de
la expropiación ya había sido considerada anteriormente,
tanto en la Legislatura como en el Congreso de la Nación.
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Inaugurada
en 1917, la Confitería fue el sitio de encuentro de la
sociedad porteña de aquella época. Personalidades como
Eva Perón, Lisandro de la Torre, Alfredo Palacios,
Carlos Gardel y Leopoldo Lugones degustaron sus famosos
merengues y panettones de castañas, en medio de un
ambiente revestido con mármoles italianos.
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La historia de la
Confitería del Molino se remonta a 1821, cuando el
inmigrante italiano Constantino Rossi abrió la “Confitería
del Centro” en la esquina de Rivadavia y Rodríguez Peña.
Poco después el local fue rebautizado como “Confitería del
Molino”, en homenaje al primer molino harinero instalado en
la ciudad de Buenos Aires en el mismo barrio.
Con motivo de la
construcción de la Plaza Congreso, la Confitería del Molino
se trasladó el 28 de febrero de 1905 a su actual ubicación,
en la esquina de las avenidas Rivadavia y Callao donde se
levantaba una vivienda de dos pisos con negocio en la planta
baja perteneciente a Cayetano Brenna que, posteriormente,
encargó la construcción de la actual sede de la confitería,
inaugurada en 1917.
El nuevo edificio
fue proyectado y construido por el joven arquitecto
italiano Francisco Tereso Gianotti, incluye también los
3 subsuelos donde se producía y fabricaba la propia
pastelería. El trabajo, pese a la complejidad, se
resolvió en menos de un año. El conjunto reunía una gran
diversidad de materiales: cerámicas, vitraux, mosaicos
de colores, composiciones en mármol y esculturas de
bronce, traidos de Italia. La réplica de las aspas de un
molino harinero, realizada en hierro, completaba
simbólicamente la fuerza constante y dinámica que
impulsaba la época. La obra, que fue aludida por el
propio autor como expresión de su “modernismo
gianottiano”, se transformó en un hito de la
arquitectura porteña gracias a su peculiaridad.
Después de acoger
durante 137 años a los porteños, la Confitería del Molino
cerró sus puertas el 23 de febrero de 1997. Esta confitería
fue incluida en una lista considerada por la UNESCO para ser
declarada patrimonio Art Nouveau internacional. La Nueva
Confitería del Molino fue declarada Monumento Histórico
Nacional el 24 de octubre de 1997, a través del decreto
1110/97 del Poder Ejecutivo, mientras que el Gobierno de la
Ciudad lo incorporó al Catálogo de Edificios de Valor
Patrimonial, Área de Protección Histórica, con un grado de
protección estructural desde 1992, a través de la ordenanza
45.572.
Carlos Davis
Fuente:
Parlamentario - Notas de archivo propio