En función de los objetivos
del Ente, la Auditoría
concluyó que “su accionar ha
sido ineficiente atento al
estado actual de las
arterias de la ciudad, e
ineficaz en cuanto a las
metas previstas”.
El ente, además, debe
inspeccionar el trabajo de
las empresas encargadas de
pavimentar lo que las
compañías de servicios
rompen para realizar sus
ampliaciones o arreglos.
Para que alguna de estas
empresas (gas, luz, etc)
realice una intervención en
la vía pública deben seguir
una serie de pasos que,
según la AGCBA, no siempre
fueron dados. En primer
lugar deben solicitar el
permiso correspondiente, el
cual se les otorga siguiendo
el Sistema de Apertura
Programada (SAP). Una vez
que la obra se concluye la
empresa realiza el cierre
provisorio y le informa la
novedad a la La Dirección
General de Ordenamiento del
Espacio Público (DGOEP). El
EMUI verifica dicho cierre y
autoriza a la firma
encargada de pavimentar esa
zona de la ciudad, a que
realice el cierre
definitivo.
La Auditoría detectó que en
varias ocasiones estos pasos
había sido ignorados, por lo
que muchas acciones de las
empresas de servicios se
encararon sin el permiso
correspondiente ante la
pasividad del EMUI.
La Auditoría relevó 170
calles en las que el EMUI
intervino, registrándose
“insuficiencias” en 108 de
ellas. Las falencias
encontradas comprenden
diferencias de nivel en
calzadas, hundimientos,
existencia de baches y
pozos, deformaciones en
aceras, rotura de baldosas y
cordones, fisuras y mal
estado de las rampas para
discapacitados.
La frutilla del postre la
colocó el bajo nivel de
satisfacción dado a los
reclamos vecinales: durante
el mes de marzo del 2009 se
registraron 226 pedidos de
intervención cuya fecha
límite de atención
(reparación) estimado por el
EMUI era el mes de
noviembre. Para tal momento
el 36,3% de los trabajos no
se encontraron cumplidos,
y el 10,6% de los realizados
fueron hechos de manera
deficiente.
Carlos Davis
Fuente:
El Auditor - Auditoría General de la Ciudad de Buenos Aires
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