UN SÍMBOLO DEL
TEATRO DE VANGUARDIA
Abre sus
puertas el teatro "El Picadero"
22/05/2012
- Ubicado
en el Pasaje Enrique Santos Discépolo 1857, el teatro El
Picadero volverá a abrir sus puertas luego de que fuera
arrasado por un incendio que intentó silenciar su escenario
vanguardista, de esto hace más de 30 años. La reapertura de
este tradicional faro de la cultura porteña se producirá en
la tarde
de hoy (18 hs) a través de un acto que contará con la
presencia de su actual mentor, Sebastián Blutrach;
del Ministro de Cultura, Hernán Lombardi
y de Tito Cossa, presidente de Argentores. El nuevo teatro
Picadero contará con 295 butacas distribuidas en forma de
anfiteatro semicircular.
 |
Además contará
con un espacio gastronómico temático y una gran terraza con
fines múltiples. El martes 29 de mayo, se estrenará la
primera producción (en este caso una coproducción entre
Pablo Kompel y Sebastián Blutrach), el musical “Forever
Young”, adaptación de "Tricicle" y dirección de Macoco
Daniel Casablanca. |
Si hacemos un
poco de historia podríamos llegar a decir que su
emplazamiento sobre el Pasaje Enrique Santos Descépelo tiene
que ver con la historia de nuestro barrio de Floresta, ya
que el pasaje posee esa extraña geometría y ubicación debido
a que por allí doblaba el primer tren, el que tirado por la
locomotora La Porteña salía de la Estación Central (hoy
teatro Colón), tomaba Lavalle, y luego doblaba en la curva
del pasaje para seguir por Corrientes.
El teatro fue
diseñado en 1926 por el arquitecto Benjamín Pedrotti para
ser usado por una fábrica de bujías. Su fachada podría
inscribirse en el estilo “Florentino”. Su constructor fue A.
Carte.
Hacia 1920,
Don Armido Bonelli era el representante de las Bujías
alemanas Bosch. A causa de la Primera Guerra Mundial, la
marca es expropiada por el Gobierno de EE.UU. y pasa a
llamarse American Bosch: es por eso que la sigla "AB" y la
cara del aviador es el logo que vemos en la salvada fachada.
La cara pertenece a "FRITZ", el personaje de un aviador
alemán que era el isologo de la marca germana original.
A fines de los
70, Guadalupe Noble junto a Antonio Mónaco, comenzaron a
idear una sala teatral adelantada para su época, que
rompiera con el modelo clásico del teatro “a la italiana”.
Soñaban con una sala polivalente, con una estructura que le
permitiera cambiar y adecuarse a todo tipo de puestas. La
intención era concebir un espacio dramático no convencional,
que diera cabida a propuestas nuevas. Así es como el 21 de
julio de 1980, inauguraron en este edificio el Teatro del
Picadero con "La otra versión del Jardín de las Delicias",
inspirada en "La máscara de la muerte roja", de Edgar Allan
Poe.
Por su
espíritu vocacional e independiente, fue la sala
seleccionada para presentar, en 1981, el ciclo Teatro
Abierto, una manifestación que agrupaba a dramaturgos,
directores, escenógrafos, técnicos de la escena y actores,
que decidieron demostrar que el teatro argentino, a pesar de
la indiferencia gubernamental, todavía existía y gozaba de
buena salud. Eran tiempos de intolerancia y violencia, donde
el pensamiento podía ser un instrumento muy peligroso para
los miembros del poder político en manos de una dictadura
militar. La respuesta oficial a este emprendimiento cultural
fueron bombas de magnesio que se tiraron al amparo de la
quietud de la madrugada. Su interior fue totalmente
destruido, solo quedo en pie su fachada que se conserva
intacta.
En su corta
vida, de menos de un año, su nombre se convirtió en un icono
de la memoria de la cultura de la resistencia.
Reconstruido
tras el incendio, funcionó durante años un estudio de
grabación hasta que en 2001 se intentó recuperarlo como
espacio escénico. Así, el 16 de julio de aquel año se
reinauguró la sala bajo el nombre de El Picadero, con
dirección artística del actor y director Hugo Midón e
inversión del empresario Lázaro Droznes, que lo adquirió en
1991. Se presentaron obras que conjugaban teatro y música,
pero aquellos eran tiempos difíciles y el emprendimiento no
prosperó. El lugar tuvo otros dueños hasta este presente en
el que Sebastián Blutrach, exitoso y joven productor teatral
lo adquiere y se lanza a la tarea de conservar su fachada,
su espíritu; y a la vez proveerlo de la más moderna
tecnología para presentar espectáculos de primer nivel.
Carlos Davis
Fuente: Prensa Ministerio de Cultura
GCABA - El mensajero diario