DONACIÓN
RECIBIDA POR EL MUSEO DEL AUTOMOVIL
Llegó una bruja a Villa
Real
16/05/2016
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Uno
de los viejos coches - vagones "La Brugeoise", que durante
años sirvieron con estoicismo a los pasajeros que
diariamente viajaban en el subte "A", fue donado
por la empresa
Subterráneos de Buenos Aires a la Fundación Museo del
Automóvil, ubicada en Irigoyen 2265, del barrio de Villa
Real. Esta "Bruja" (tal su denominación popular debido a que
fueron construidos en la ciudad de Brujas, Bélgica) formará
parte del acervo patrimonial del Museo del Automóvil luego
de ser sometida a tareas de puesta en valor. El museo
conserva valiosas piezas históricas que pueden ser
disfrutadas por el público los
días sábados, domingos y feriados de 14 a 19 hs. Se realizan visitas
guiadas.
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El Museo
del Automóvil constituye un paseo inigualable. Quien
gusta de los autos no puede dejar de visitar un lugar en
el cual se puede recorrer un siglo de historia sobre
ruedas, además de apreciar la evolución del automóvil,
su incursión en el plano deportivo y las hazañas de los
principales pilotos argentinos.
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Ejemplares únicos por
su procedencia conviven en un marco de época que nos
transporta al Buenos Aires de principios del siglo pasado.
Los coches La
Brugeoise
Fueron el material
rodante de la Línea A (Subte de Buenos Aires) desde su
inauguración en 1913 hasta que fueron retirados de servicio
regular el 11 de enero de 2013. Sus carrocerías están
completamente realizadas en madera, aunque su diseño actual
no es el original de fábrica.

Fueron construidos por
la empresa La Brugeoise et Nicaise et Delcuve, de la ciudad
de Brujas (Bélgica), entre 1911 y 1919.1 Ante el aumento del
caudal de pasajeros, se fabricaron posteriormente en el país
algunas unidades idénticas utilizando repuestos y rezagos.
Hasta el retiro de los coches La Brugeoise, la flota de la
línea A fue la más antigua del mundo en servicio comercial
y, también, un atractivo turístico de la capital argentina
además de parte de su patrimonio cultural.2 Se los conoce
coloquialmente como los belgas o las brujas, en referencia a
su país y ciudad de origen respectivamente.
Los coches La Brugeoise
fueron las primeras unidades eléctricas múltiples que
circularon en la República Argentina. Encargados por la
Compañía de Tranvías Anglo-Argentina (CTAA) para equipar su
flamante línea de "tranvías subterráneos", estaban
preparados para prestar servicios tanto en el túnel como en
superficie. El 3 de junio de 1915, la CTAA comenzó la
prestación de este servicio mixto "subte-tranvía" sin
necesidad de trasbordo. Gracias a la rampa construida tras
la estación terminal Primera Junta (entonces llamada
"Caballito"), uno o dos coches6 eran desacoplados y
proseguían su recorrido como tranvías hasta la intersección
de la Avenida Rivadavia y Lacarra, con ocasionales servicios
"cortos" hasta Rivadavia y Quirno. Para ello, contaban con
plataformas de tipo tranviario en sus extremos, que se
utilizaban para el ascenso y descenso de pasajeros en las
paradas de superficie. Poseían, también, dos puertas
corredizas en el salón para uso exclusivo en los andenes de
las estaciones subterráneas.
La CTAA compró un total
de 120 coches a la United Electric Car Company (UEC)
radicada en la ciudad británica de Preston. Por razones
desconocidas, UEC sólo fabricó los primeros cuatro coches
mientras que la construcción de los restantes 116 fue
subcontratada7 a la empresa belga La Brugeoise et Nicaise et
Delcuve. Si bien las unidades de ambas empresas poseen las
mismas características técnicas, estas pueden agruparse en
tres estilos o "series" diferentes de carrocería: por un
lado, los coches UEC propiamente dichos (numerados 1 al 4);
por el otro, los coches La Brugeoise se dividían a su vez en
dos series propias. Los pertenecientes a la primera serie
(coches 5 al 50), junto con los primeros cuatro coches
United Electric, fueron los responsables de la inauguración
del servicio de la línea A el 1 de diciembre de 1913.
Carlos Davis
Fuente:
DPrensa GCABA - Wikipedia