HISTORIA Y
PATRIMONIO
Hallan restos
de un cementerio de "disidentes"
27/02/2006
- Debido a trabajos de remodelación que se están llevando a
cabo en la Plaza
1º de Mayo (ubicada en Hipólito Yrigoyen, entre Pasco, Alsina y Pichincha)
salieron a
la luz restos de un cementerio de disidentes que funcionó en
esa parcela durante gran parte del siglo XIX y comienzo del XX.
Recibían el mote de "disidentes" aquellos que no profesaban la
religión Católica Apostólica Romana (judios y protestantes en
su mayoría). Debido a ello no podían ser enterrarlos en los
lugares "consagrados" junto al resto de los porteños.
Esta especial situación
provocó que los disidentes recibieran irregular sepultura (en
las barrancas del río) hasta que se crearon los cementerios
para disidentes. El primero de ellos funcionó desde 1820 en la
zona de Retiro (Juncal,
entre Suipacha y Esmeralda ), y el segundo entre 1833 y 1923
en la manzana que hoy ocupa la plaza 1º de Mayo.
A partir de 1892 ya no se
permitieron más entierros, habilitándose ante la emergencia un
sector de disidentes dentro del Cementerio del Oeste
(Chacarita), hoy dividido en Alemanes y Británicos. La mayoría
de los restos fueron llevados entonces hasta su nueva
ubicación, aunque algunos otros permanecieron en el lugar por
carecer los familiares de recursos suficientes como para
realizar la exhumación y el traslado. Cientos de cuerpos
quedaron entonces bajo la geografía de la nueva plaza.
Ahora, al mediar la mano
fortuita de un operario que trabajaba en la restauración del
patio de juegos, la historia de ese pedazo de Buenos Aires
vuelve a tomar protagonismo.
El hallazgo se produjo a
poco de excavar en el arenero. La pala del obrero golpeó
contra algo duro que resultó ser el mármol de una lápida
perteneciente a la tumba de una pequeña niña. Al ampliar la
excavación se encontraron restos óseos de niños y adultos,
collares, manijas de ataúdes y trozos de clavos y vidrios.
Ante el descubrimiento se
paralizaron las obras de remodelación que desde hacía siete
meses se venían realizando en la plaza. Se dió, como en otras
ocasiones, participación a los investigadores pertenecientes a
la Dirección General de Patrimonio
(en este caso a Sandra Guillermo y al Lic. Marcelo Weissel),
quienes se encargarán de estudiar los vestigios del cementerio
y de definir si el sitio amerita su preservación. En tal caso
se construirá un Centro de Interpretación que respete y
preserve la memoria de lo ocurrido en la plaza durante el
siglo XIX.
La Plaza 1º de Mayo se
inauguró en 1925. Hasta ese entonces el lugar era conocido
como Cementerio de Victoria (antiguo nombre de la calle
Hipólito Yrigoyen) o el Hueco de los Olivos (se llamaban
huecos a los terrenos baldíos de la Ciudad que luego se
transformarían en plazas).
Queda entonces la tarea
de rescate y preservación a cargo de los expertos. La Ciudad
recuperó una nueva página de su corta historia, los expertos
obtuvieron una fuente valiosa de información para sus estudio,
mientras que los vecinos, ansiosos por las obras inconclusas,
esperan recuperar pronto su tradicional plaza, su cotidiana
costumbre de pasear al sol con los hijos o los nietos, con el
diario bajo el brazo, junto a los amigos, ausentes de la
historia que escondida yace bajo el suelo de la plaza.
Carlos Davis
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Documentos editados por la Defensoría del Pueblo de la
Cdad. de Bs. As. relacionados con el tema de la nota.
El primer cementerio de Disidentes
(Buenos Aires 1821-1833 )
La mayor
parte de los habitantes de las Provincias Unidas del Río de la
Plata profesaba la religión católica, apostólica y romana,
herencia recibida de los tiempos de la colonización española.
Por "disidentes" se conocían, durante el siglo XIX en el que
ya encontramos un número considerable de extranjeros
residiendo en Buenos Aires , a los individuos que profesaban
una religión diferente, que en su mayoría eran "protestantes"
pertenecientes a las colectividades británica,
norteamericana y alemana. Los primeros sobre todo, se
constituyeron en las primeras décadas, en un grupo
relativamente importante.
Los
cementerios judíos en Buenos Aires
La
Comunidad Judía en Buenos Aires tiene su primer intento de
organizarse en 1862, cuando ya había unas decenas de judíos.
Recordemos que la primera boda según el rito judío fue
autorizada recién por la Justicia a fines de 1860.
Entierros, velatorios y
cementerios en la vieja ciudad
John Steinbeck
decía que una persona pudo haber vivido una vida dorada o una
vida deslucida, con afectos o desencuentros, pero al morir se
convierte en el centro de una de las manifestaciones más
complejas de la sociedad: los ritos funerarios, reflejos de
los hábitos y costumbres de un pueblo o una época. Nuestra
ciudad nació y creció entre muertos que se enterraron y
descansaron por siglos en lugares insospechados para nuestras
mentes del siglo XXI. |
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