PROGRAMA PARA EL
DESARROLLO HUMANO
Lanzarán un
nuevo plan social que beneficiará
a 60.000 familias
27/09/2005
- La Secretaría
de Desarrollo Social de la Ciudad de Buenos Aires ha decidido
implementar, en el mediano plazo, una política social
renovada, la cual busca garantizar el derecho de los
ciudadanos de contar con un ingreso mínimo asegurado. El
programa Ciudadanía Social Porteña está orientado no sólo a
atender a los sectores más excluidos sino también a brindarles
las herramientas para que puedan participar en aquellos
ámbitos que aseguran la movilidad social.
Este programa
está destinado hacia las familias pobres, haciendo especial
hincapié en aquellas que se consideran con mayor grado de
vulnerabilidad social de acuerdo a su composición y situación,
en particular, las familias con embarazadas y/o menores de 18
años a cargo.
Así, cada
familia recibirá un subsidio mensual, el cual será utilizado a
través de una tarjeta de débito, que le permitirá contar con
los recursos para ser utilizados en comercios barriales. Pero,
además, se implementarán acciones que faciliten mejoras en la
salud y educación de estos sectores.
Asimismo,
Ciudadanía Social Porteña procura atender especialmente la
situación de los jóvenes que no estudian ni trabajan. Es por
ello que otorgará un subsidio, en forma de beca, para que este
grupo se reinserte y continúe su trayectoria por el sistema
educativo.
Se estima que
este plan beneficiará a un total de 60.000 familias y 6.000
jóvenes.
Los Servicios
Sociales Zonales dependientes de la Secretaria de Desarrollo
Social, que funcionan en los Centros de Participación y
Gestión, serán rediseñados y fortalecidos para convertirse en
los principales puntos de referencia del programa. Allí se
brindará asistencia y orientación a todos los beneficiarios.
Los objetivos
específicos del programa son:
• Asegurar una
adecuada alimentación a las familias en situación de pobreza y
vulnerabilidad social, eliminando la indigencia de la Ciudad.
• Promover los
controles de salud pertinentes, facilitando el acceso al
sistema de salud, particularmente de las embarazadas y los
niños menores.
• Promover la
escolarización de los menores de 18 años, facilitando el
acceso y la retención en el sistema educativo formal.
• Facilitar el
acceso a la documentación de todos los miembros de las
familias.
• Apoyar la
reinserción y retención en el sistema educativo de los jóvenes
de 18 a 25 años que no estudian ni trabajan, estableciendo una
modalidad de beca educativa.
• Asegurar una
adecuada alimentación a los adultos mayores que no cuentan con
los recursos económicos necesarios para ello.
• Favorecer el
acceso de los beneficiarios al mercado de trabajo.
• Dinamizar y
formalizar a los comercios barriales (excluidos los
hipermercados) adheridos a la red de comercios habilitados
para el programa, a partir de la activación de sus ventas, el
aumento de su capacidad de empleador y de tributación.
• Garantizar la
racionalidad y eficiencia de los recursos del Estado, a partir
de la articulación e integración de los mismos.
Destinatarios
del programa
Está destinado a
las familias en situación de pobreza residentes en la Ciudad
de Buenos Aires. Se cubrirán a todas las familias indigentes y
también aquellas pobres no indigentes con mayor grado de
vulnerabilidad social, a partir de los siguientes criterios:
• Familias con
embarazadas y/o niños y/o adolescentes hasta 18 años.
• Familias
indigentes.
• Familias con
adultos mayores de 60 años.
• Familias con
algún miembro discapacitado.
• Jóvenes de 18
a 25 años que no estudian ni trabajan
En todos los
casos se exigirá una residencia en la Ciudad no menor a dos
años y con domicilio comprobado en el CGP correspondiente.
También se solicitará la documentación argentina del jefe o
jefa de hogar y, en caso de no poseerla, se facilitará el
acceso para su obtención.
Para la
determinación de los potenciales beneficiarios, se aplicará el
Índice de Vulnerabilidad Social elaborado por el Registro
Único de Beneficiarios (RUB) del Gobierno de la Ciudad. Este
Índice, compuesto por una serie de indicadores, permite la
caracterización socioeconómica de las familias en situación de
pobreza y vulnerabilidad social, para obtener un ordenamiento
de los posibles aspirantes.
En cuanto a los
mecanismos de selección, en cada CGP se articularán dos
estrategias diferenciadas: una para las villas y asentamientos
y otra para el resto de las viviendas. En ambos casos, se
realizará en primera instancia un censo a cargo del RUB para
conocer la situación contextual de las familias. En un segundo
momento, se implementará una instancia de inscripción en cada
Servicio Social Zonal. Luego, durante el proceso de selección
de beneficiarios, se elaborará un orden de los inscriptos en
función del grado de pobreza y vulnerabilidad. Y también se
realizarán chequeos con las bases de datos del Programa Vale
Ciudad, Plan Jefes y Jefas de Hogar, ANSES, Programa Nacional
de Becas Escolares, RENAPER y de Seguridad Social del Gobierno
de la Ciudad de Buenos Aires.
Los
beneficios
Las familias
recibirán un subsidio que les asegurará la adecuada
alimentación de todos sus miembros. El monto recibido será el
equivalente al costo de la canasta alimentaria estimada y
actualizada por el INDEC.
El subsidio no
tendrá un monto único y será calculado en función de la
composición familiar, considerando al adulto equivalente como
parámetro para su estimación.
En el caso de
que se perciba otro subsidio del Gobierno de la Ciudad de
Buenos Aires, será descontado del beneficio y, paulatinamente,
se irán subsumiendo los distintos beneficios en éste.
El subsidio se
entregará a las familias en forma de tarjeta de débito, por el
monto mensual que resulte de la estimación de la canasta
alimentaria para su situación particular. Será provista por el
Banco de la Ciudad de Buenos Aires y sólo podrá utilizarse
para la adquisición de productos alimentarios, elementos
indispensables de limpieza e higiene y de combustión
necesarios para la cocción, es decir, todo aquello necesario
para el funcionamiento del hogar.
El pago será
realizado a través la acreditación del monto en una cuenta
bancaria individual vinculada exclusivamente a la tarjeta de
débito.
La tarjeta podrá
ser utilizada en las redes de comercios barriales conformadas
para tal efecto. Los comercios que quieran adherirse deberán
registrarse y cumplir con las obligaciones impositivas
correspondientes. Estarán excluidos los hipermercados.
En el caso de
los jóvenes de 18 a 25 años que no estudian ni trabajan se
establecerá un subsidio de $200 para apoyar su reinserción y
retención en el sistema educativo. A estos jóvenes no se les
otorgará el monto correspondiente por adulto equivalente si su
hogar es beneficiario, es decir, no se duplicará el beneficio.
Sin embargo, su hogar recibirá el resto de la prestación
correspondiente.
Estos jóvenes
deberán reingresar al sistema educativo y finalizar los
estudios. Deberán presentar certificados de inscripción del
centro educativo donde estudien para terminar el ciclo
primario o secundario y mensualmente demostrar su asistencia
regular a clases. En el caso de que tuvieran la escolarización
completa, se fomentará que continúen nivel terciario o
universitario u otro tipo de capacitación laboral.
Los
beneficiarios entre 16 y 18 años deben incorporarse a las
llamadas Escuelas de Reingreso y los que tengan 19 a 26 años
deben incorporarse a los Centros Educativos de Nivel
Secundario (CENS) o al Programa Adultos 2000, todos del
programa Deserción Cero.
Las familias que
acceden al programa deben asumir una serie de compromisos para
participar y permanecer en él. Entre ellos, se destacan: los
controles mensuales de embarazo; controles quincenales a
recién nacidos; controles pediátricos frecuentes a niños;
certificaciones de vacunaciones obligatorias; asistencia
obligatoria al sistema educativo para los beneficiarios en
edad escolar; entre otros. En todos los casos, se
implementarán mecanismos de control y certificación de estas
instancias.