Para la aprobación del proyecto el Ejército presentó la propuesta al Centro Argentino de Ingenieros para ser sometido a un análisis técnico y requirió el otorgamiento del Certificado de Aptitud Ambiental.
No será por implosión como se había planeado hacer en el 2004, sino por medios mecánicos, piso a piso. Si el trabajo se termina en el tiempo previsto, en tan solo un año los 22 pisos de la gran mole de cemento pasarán a la historia para darle lugar a una escuela, un centro cultural y edificios.
El método de demolición por implosión había sido cuestionado por gran cantidad de vecinos y por el asesor tutelar de menores, Gustavo Moreno, quien presentó un amparo ante la Justicia para evitar la implosión. Al ahorro de tiempo experimentado para demoler la vieja estructura se oponía la serie de incomodidades que ocasionaría la nube de polvo generada por los escombros en su caída. El hospital de niños Garrahan iba a ser uno de sus principales damnificados ya que se ubica apenas a una cuadra.
En tan solo un año los 22 pisos de la gran mole de cemento pasarán a la historia para darle lugar a una escuela, un centro cultural y edificios de vivienda.