En este predio se afincarían
entonces las empresas y
entidades naturales
generadores de I+D
(Investigación y Desarrollo)
como ser Universidades,
Instituciones Científicas y
Tecnológicas y el sector
público.
El 70 % de las empresas
generadoras de software del
país, se radican en la
Ciudad de Buenos Aires, el
polo permitirá la rápida
transferencia de los
adelantos tecnológicos y los
procesos innovadores para su
aplicación inmediata por el
sector productivo. De esta
forma se lograría acortar la
distancia existente entre
aquellos que investigan, con
respecto a los que
desarrollan y producen. El
valor agregado comprendido
en el producto ofrecido
sería muy alto, generando
tal actividad una buena
cantidad de puestos de
trabajo de alta
calificación.
En este sentido la ciudad de
Buenos Aires tiene otras
iniciativas que se están
trabajando en la legislatura
porteña tales como la
implementación de la "ciudad
digital" (conectividad
inalámbrica en casi toda su
superficie) y la baja de
la alícuota de ingresos
brutos del 3 al 0,5% en el
sector software que apoyaría
su desarrollo explosivo.
La demanda de trabajo en el
ramo de la industria de
software puede puede llegar
a las 1000 personas al año,
razón por la cual mucho de
los jóvenes egresados de las
escuelas medias podrían
llegar a encontrar trabajo
en este campo previa
capacitación. Esta instancia
podría llegar a tener una
duración de un año y medio
con una carga horaria que
rondaría las 150 horas.
El proyecto de convertir a
Buenos Aires en un polo de
desarrollo de software
implica el asentamiento de
una industria cuyo producido
podría exportarse al resto
del mundo, evitando así la
emigración de recursos
humanos altamente
calificados por un lado y la
radicación de empresas en
otras jurisdicciones del
país por otro.
Carlos Davis