INFORME DE LA
AUDITORÍA GENERAL DE LA CIUDAD
El Riachuelo y
la Ciudad
01/06/2006
- Hace varios meses en la agenda nacional se ha instalado el
tema de la contaminación ambiental y se han presentado
diversos enfoques sobre la temática. Los organismos de control
no son ajenos a la problemática, prueba de ello es la jornada
que se realizó sobre el tema “Riachuelo y Control : un
proyecto por la transparencia” organizada por la Asociación
del Personal de los Organismos
de Control (APOC). El BID otorgó a la Ciudad un préstamo de
$35.872.000 para realizar obras que no fueron ejecutadas en
los plazos acordados y por las cuales se están pagando
altísimas comisiones de crédito sobre los desembolsos no
utilizados.
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En
representación de la AGCBA, el Presidente Lic. Matías
Barroetaveña, vertió los siguientes conceptos referidos al
tema de los préstamos, las obras y los intereses punitorios:
“La Auditoría General de la Ciudad de Buenos Aires abordó el
tema de la cuenca Matanza Riachuelo a través de diferentes
Informes Finales. |
El tema es complejo
debido a que involucra distintas jurisdicciones, relaciones
con organismos internacionales, problemáticas de salud,
problemáticas sociales y ecológicas, entre otras. En este
sentido, me interesaría mencionar el informe de Auditoría
1.05.0.00 relacionado con dos obras de infraestructura
hidráulica que han sido financiadas por un préstamo del BID
otorgado a la Ciudad de Buenos Aires a través de un convenio
suscripto por el Gobierno Nacional por un monto total de
$35.872.000.
Dicho convenio de
préstamo tiene su origen en el contrato de préstamo n° 1059/OC/AR,
suscripto por el Gobierno Nacional el 5 de febrero de 1998 con
el BID. El artículo 3.02 de las normas generales de dicho
contrato de préstamo, fijó una comisión de crédito de 0.75%
anual sobre los desembolsos no utilizados, la que tiene
vigencia a partir de 60 días de la fecha de convenio
(5/02/98).
Según las pruebas y
verificaciones realizadas hasta el 5 de febrero del 2001, se
había devengado en concepto de comisión de crédito sobre los
desembolsos no utilizados por parte del GCBA, un monto de
$670.091,30 y hasta el 21 de mayo del 2001 la Ciudad de Buenos
Aires había realizado desembolsos de sólo $1.890.982,53, o sea
que más de un tercio del gasto fue por comisiones por no
utilización de créditos.
Es importante este dato,
porque son una constante en el Gobierno de la Ciudad las
comisiones por no pago, o sea que se toman créditos que no se
necesitan para resolver problemas que siguen estando y que
terminan generando un costo mayor.
Durante años el Estado
hizo gala de su ausencia, dejando hacer a los privados,
suponiendo que poseían una responsabilidad no justificada.
Muchas veces, la ortodoxia económica mediática ha instalado
quiénes son los responsables y quiénes los irresponsables.
Durante todos estos años tuvimos un Estado que dejó hacer.
Había entonces, una situación donde se producía un juego
perverso en la relación de los diferentes organismos
jurisdiccionales, pero también en la relación con lo privado
ya que nadie quería asumir la responsabilidad.
Colaborar parece ser un
costo que no produce beneficios: es una responsabilidad
política salir del comportamiento individual o de la acción
particular. Debemos pensar soluciones de fondo que beneficien
a todos los actores.
Es hora de aprender a
escuchar a los organismos de control y, por otro lado,
aprender de la experiencia y asumir la responsabilidad de
transformar la realidad. En el caso que hoy nos convoca, el
tema de la cuenca Matanza Riachuelo, es imprescindible jugar
un rol activo. A partir del 2001 se demostró que muchas cosas
que se creían que no se podían hacer, pudieron materializarse.
Para lograr este cambio de actitud debemos producir una
alianza entre el saber técnico, el saber político, la voluntad
política, la coordinación y la transparencia en el control, un
control que esté en el día a día.
Este tema se está
instalando en la agenda pública y es necesario que nosotros,
como organismo de control, incentivemos a los poderes
ejecutivos y legislativos para que establezcan las pautas que
conduzcan a la solución de estos problemas. Por último, es
necesario resolver el control del Estado sobre lo privado, en
una palabra, establecer políticas de Estado.” En el marco de
la jornada, los organismos de control suscribieron una
declaración conjunta donde se comprometen a trabajar en
colaboración para aportar soluciones a la situación de la
Cuenca Matanza Riachuelo.
Lic. Matías
Barroetaveña
Fuente:
Auditoría General de la Ciudad de Buenos Aires